domingo, 12 de diciembre de 2010

El otro lado

   Hay un otro lado al que todos queremos ir en algún momento, hay un otro lado al cual todos queremos escapar en algún momento de nuestras vidas, siempre hay un otro lado palpable o impalpable, pero un otro lado al fin y al cabo. Algunos nunca lo alcanzan, otros lo alcanzan sin moverse de su lugar, otros solo nos animamos a salir y palparlo, sentirlo, vivirlo… y otros cruzan una frontera, una gran frontera o una estúpida frontera para llegar a un lugar al que han ido muchos y al que se han quedado otros mas en el camino con el solo deseo de buscar más dinero.
   Acá en México y en Centroamérica ese otro lado es ese país en donde se habla diferente (aunque creemos que cada vez se habla mas español), ese país que sale a invadir y bombardear a otros con una bandera de “paz“, llevando la “única forma correcta de gobierno” a esos otros países que “no saben que lo hacen todo mal”.
   Muchos de los que nos dan raid (autostop, dedo, aventón, chance) o un lugar en donde dormir o una mano en general, son personas que han ido, y nos llama la atención de que cuando les contamos de nuestro viaje se quedan asustados, con todo lo que nos puede pasar en el camino, cómo puede ser que no tenemos miedo. Esas personas han cruzado México en tren /de carga (muchos mueren al intentar subirse en el tren, o si el tren les agarra alguna parte del cuerpo se suicidan total si no conseguían trabajo antes, con alguna parte del cuerpo amputada va a ser peor), han evadido a la federal (bien corrupta en cualquier pago), a migración, han cruzado un desierto caminando (un hombre nos contó que en su camino se topó con 17 cadáveres, uno parecía hasta vivito), los coyotes (los que cobran para guiarte) les han robado todo y han violado a todas las mujeres, para llegar al otro lado y con suerte que no los descubran y que no los deporten. Para ellos, y ellas aunque la mayoría son ellos, todo eso es normal.
   Un joven, de unos 20 años, que ya había ido y lo habían devuelto, que estaba en las vías del tren pensando (esta vez quería ir en bus), a nuestra pregunta de por qué volver si los tratan mal, respondió que son tantos que van a ser mayoría y ahí les va a ir mejor. Pero ¿a que mayoría le puede ir bien en un país hecho, desde el principio, para que gobierne una minoría siempre a favor de sus intereses?.
Hay que dar vuelta el mapa, pues el mundo no tiene un arriba y un abajo pero esa convención llamada mapa sí, entonces el sur estaría arriba y el norte estaría abajo y tal vez, pero sólo tal vez, irían hacia el sur, irían hacia un lado  y no hacia un otro lado.

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